En enero de 2013, Laura Poitras comenzó a recibir correos electrónicos cifrados firmados por un tal Citizenfour, que le aseguraba tener pruebas de los programas de vigilancia ilegales dirigidos por la NSA en colaboración con otras agencias de inteligencia en todo el mundo. Cinco meses más tarde, junto con los periodistas Glenn Greenwald y Ewen MacAskill voló a Hong Kong para el primero de muchos encuentros con un hombre anónimo que resultó ser Edward Snowden. Para sus encuentros, viajó siempre con una cámara. La película resultante es la historia que se desarrolla ante nuestros ojos en este documental.