En Febrero de 1994, en la comarca del Ripolles (Girona), un hombre desaparece sin motivo. Martí es un hombre normal; no es un loco ni un muerto de hambre, sólo alguien tímido y retraído. Una mañana conduce su moto alejándose del pueblo. La deja a los pies de un roble, junto a su cartera y una gorra, y se pierde en el monte. Lleva una escopeta de caza con la que intenta quitarse la vida, pero no tiene valor. Tampoco se atreve a volver al pueblo y pasa la noche a la intemperie, en los campos que conoce desde pequeño. No vuelve al día siguiente, ni al siguiente, y comienza una vida de supervivencia en el monte.