Por las tardes, Mari explora el campo mientras trabaja en su proyecto de fin de carrera, la creación de un archivo digital que recopile todos los cortijos de la zona que empezaron un proceso de progresivo declive y abandono en los años 80. Entre la ruina de estas construcciones, hoy principalmente habitada por drones, guarda a sus ovejas José, un pastor que vive con su madre y su hija, y que ha empezado a desarrollar una extraña erupción cutánea en el brazo. Mari y José se encuentran por fortuna en el campo. También por fortuna la madre de José invita a Jonás a cenar. Él, que una vez fue pastor, parece guardar un antiguo cuento que conecta las búsquedas, desapariciones y ovejas.