La acción se desarrolla durante el juicio en un Alto Tribunal. La Ley del Alto Tribunal parte del principio de “derecho a la presunción de culpabilidad”, “todo legal, nada legítimo”. Se inicia el juicio en el que la acusada acepta la culpa de “decir la verdad”, y, para poseer y ser poseída, solicita a través de su abogado “realizar coito con su señoría”, se acepta la solicitud y continua el juicio. Suena un teléfono y se ordena que la acusada pase a ser la abogada del abogado, ahora acusado de haber matado a su esposa por amor, se siente arrepentido y es condenado; pero vuelve a sonar el teléfono y la sentencia se suspende ordenando que el juez pase a ser el acusado y la abogada asuma el puesto de jueza. El intercambio de los papeles de los personajes pone de manifiesto a través de una sátira grotesca la inversión moral de todos los valores que supuestamente sostienen nuestra sociedad y civilización, el funcionamiento del poder y los mecanismos de aplicación de la ley.